Tengo los pies en el suelo y la risa cortada en cinco pedazos
Mi voz, tu llanto, tu vida, mis chistes y carreras de verano
Al borde de las etiquetas y la extinción no hay miradas que valgan
ni poco ni tanto; y aun conservo un cigarro desde el mes de marzo
Regálame cada rincón de tus espacios, las avenidas que pisas
Y esa manera extraña de hacer que me pierda en cada esquina
Sin brújulas ni radares te encontré de inmediato fuiste una brisa
En el filo de mi repisa, donde guardo los Cds que pasaron de moda
Al fin y al cabo soy el menor de los aldeanos de la villa
Saltando muros, viviendo despacio sin ángulos ni lados
Escapando de los cuadrados de los compases y parámetros
Soy un pedazo de las personas que fui dejando en el pasado
A fuego lento vamos cambiando, dame la mano
Y no te preocupes por mis defectos deja todo al destino
Y al talento de vivir con las manos atadas para evitar el alquiler
El alquiler de cada paso que pasa y se va sin avisar.
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