sábado, 15 de septiembre de 2012

Suspiro

Hay un suspiro que se arriesga a divagar, atrevido,
en las extremidades inferiores de tus desventajas
calcula paso a paso el cruce de los años nuevos;
gasta y usa cada gramo de espacio y tiempo.

Ese suspiro que rebota en tu pellejo,
desciende lentamente al piso y rasca
en las ranuras el aire buscando algo de oxigeno.

Se asquea de las cosas tan simples y algo bizarras
no es alimento para filosofías baratas de internet
O poetas estériles de poesía.
Leer, callar, quedarse ciego
ante la presencia absurda de un odio propenso a la autocracia corrosiva,
un suspiro de papel y lápiz que nunca sacia su sed.

Luna


Las suposiciones ocultas en la retorica,
el vacio de un instante flotando en la masa
de una existencia en busca de algún sentido,
esas suposiciones de carne y hueso;
con alma y esqueleto hechos de  moral y miedo seco.

La luna con todos sus matices suspendida en el universo,
siendo lenta siendo eterna, atrapada por la oscuridad.
No puedo negar mi fatalidad ni arrepentirme de nada,
ni de la nulidad del orden de  mis ideas
ni de la voluntad ansiosa  por desarmar la sintaxis.

Tantas cosas flotando en armonía con los colores
de esa luna que me acompaña en este instante
me dejan un dolor en los hombros y  un sabor a rendición en los ojos,
¿a caso mañana todo estará mejor?
¿mi esperanza  y mi esfuerzo serán suficientes?
¿Qué vale más mi fe o mi desconfianza?

No me juzgo, no soy nadie,
cualquier estrategia de autoestima es innecesaria
siento las cosas tan claras, que llegan a una exagerada
e innecesaria negación de mi mismo, mi realidad funcionará
por esta luna de esta forma.
Porque hoy alguien me enseño que hay cosas que son hermosas,
aun cuando están ausentes y eso quizá es la belleza pura.