miércoles, 4 de enero de 2012

El y yo

El y yo somos dos personas en una misma cabeza
Cada cual está tras la línea que divide la mente del otro
Somos uno, somos dos, después de todo sin él no soy
No necesitamos entendernos, querernos es razón suficiente
Para estar confundidos y resignados a saber que a veces
Ignorar equivale a felicidad.

El uno es el anzuelo del otro, la carne para el sacrificio
Tenemos en el centro de la corteza un pequeño tormento
Que se duerme noche a noche visualizando cada extremo
Que se extiende a través de nuestros bolsillos manteniendo
La forma de lo que llamamos nuestro cerebro
Una esfera un poco asimétrica que mantiene el equilibrio

Cabe considerar que a pesar de las diferencias somos uno solo
Aunque nunca nos vemos, porque el duerme cuando yo despierto
Tenemos las mismas adicciones y vicios, hasta escribimos parecido
Desde que nos conocemos ha sido un constante y profundo duelo
Una guerra entre dos serpientes llenas de un toxico veneno
Que aíslan en las neuronas del frio con letras encontradas en el camino

La distancia es el único enemigo entre su borde y el mío
su cara el contraste entre el mismo nombre y un binomio

martes, 3 de enero de 2012

Mi puño

Tiene el espíritu en una botella suspendida en el tiempo; como cual genio cumpliría cada uno de mis deseos,.
Puede soltar cualquier beneficio o maleficio, pues es capaz de transmutar la materia en menos de un segundo, este es mi oficio la mitad de mi mundo comprimido en cinco dedos
Ese es mi puño; aquel solsticio en cada movimiento, las gotas de lluvia en el cristal escapando del frío y la humedad, la mezcla adecuada entre herramienta y alma, la escalinata congelada entre mi vida y la eternidad. El conspira con cada pequeña tonada que se duerme en mi cabeza y se despierta en algún rincón de mi boca, porque simplemente falta espacio en la cama.