Quiero que esto sea muy personal e intimo, escribir para
entenderme, como hace unos años. Como cuando abrí mi primer blog, cuando
hacerlo sumergido en una noche, y sin idea de que iba a salir, era vital para
no pasar tan amargado al otro día, lo
cierto es que mientras más pasan los años el arte si no florece empieza a romper todo lo que hay dentro de tu cabeza,
si dejaste que la pasión por crear se apodere de ti, nunca podrás escapar, no
importa si lo dejas, hay una pequeña melodía al estilo del inicio de New Born,
diciéndote que eres adicto a esto.
DESPERTADOR
Estoy hablando desde
el vacío,
y cuesta aceptar que todo es blanco,
sin misterio, sin necesidad de equilibrio,
¿Cuántas decisiones me ha costado esto?
Probablemente únicamente al cerrar los ojos
puedo explicar que a veces no entiendo mis pensamientos,
que todo pierde el orden,
y la línea natural es un carrusel buscando un sentido,
armar un rompecabezas dormido.
Dedicar mi vida a hablar de justicia y justicieros
me cercenó con sudor la punta de los dedos,
despertó al demonio que hay en mí,
y después de saciar
su sed
de inmoralidad y subconsciente,
hoy preguntó, “¿Ahora cuál es el plan?”
¿El plan?
Salirnos del plan,
vivir como quiero,
hacer lo que me dé la gana
y morir sin arrepentimiento.
Unir los retazos de los versos que a veces explotan en mis
sesos,
emocionarme y llorar
al recuperar mi fe en la humanidad.
aceptar que en el mundo también hay mucha gente mala,
gente asquerosa y vil,
como los que hicieron “Daisy´s destrucction”
y aunque Friedrich me
enseñó hace años a vivir más allá del bien y el mal
mi código de honor prohíbe algunas cosas.
Admitir que tener temores no me hace un cobarde,
así como hacerme fuerte tampoco me hace valiente,
y consciente de la malignidad de la vida,
estoy dispuesto a apagar el despertador,
abrir y los ojos y caminar distinto.