domingo, 25 de diciembre de 2011

Volviendo a mis raices en prosa

Llega un punto en la edad en la que todo puede volverse tan poco, y poco puede ser todo; podemos así agobiarnos en medio de las circunstancias inscritas en la memoria, en los pecados del pasado, pesados como varillas de construcción, y al mismo tiempo tan frágiles y maleables a la situación y al olvido, que dejar en el entierro sería condena, entonces llegados a ese punto es cuando muchos se atreven a cambiar aquello por una triste mueca o una volátil sonrisa. Hay tantas fallas en el aire, tantas peticiones que desarraigadas de un pequeño palpitar, nos dejan olvidados como un Dante sin su Beatriz, como el quijote sin su Dulcinea, aunque les quedan su Virgilio y su Sancho respectivamente, todo requería tanto de un complemento como la carne al hueso, al musculo, a cada arteria y vena distribuida centímetro a centímetro.
Hay tantas velas encendidas en una pequeña cena; algunas en el mesón otras en la mente en los lugares más íntimos de la cabeza en esos sitios eróticos que olvida el instinto.
El pesar, mi llenura, el hambre, la gula a todo lo que me rodea y soy; aquellas lecturas que alimentan la prosa y el verso no son más que masacres en la cabeza de otros, de sus autores, no pretendo resaltar ante el vulgo, la intención procura ir más allá del propio criterio de las masas, tampoco es fingir del todo una bondad infinita y un humanitarismo rezagado al que cualquiera aplaudiría, no sé si me entiendan; tampoco es esa la intención. Pocos serán los que me den el privilegio al mismo tiempo de serles yo reciproco, aquellos a los que yo elegí para que su paso en mi sea verbo.
El inicio de cada párrafo con el movimiento de los años se ha vuelto cada vez un poco más crudo, tan infructuoso e impredecible, y al mismo tiempo el epicentro de una pareja de orgasmos certeros en los bolsillos de mi personalidad, los años se encargan de bañar con polvo cada letra que en algún momento me dijo todo.
Sin mucho esfuerzo ni exigencia una voraz diarrea en mi puño me exprime un poco de lo último de este año.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Versus

Un par de angustias cotidianas afiliadas al borde de mi almohada
Me agobian como pequeñas sonrisas, raspaduras sujetas a una mueca
Que mas que astucia se llama malicia, perdida en el reflejo de mi cara
Ahora escucha el rincón vacio, esa es mi voz, mi nación, mi nada

Agitar la impaciencia es la esencia de mi guerra, de mi frontera y despedida
Del recuentro con el lado obscuro y la luz de mi cabeza impaciente al tacto
Puedo iniciar la exploración con un radar distinto, con una amistad vencida
Con el espacio guardado entre el que soy y el que fui cuando daba la mano

Al fin y al cabo no me caben las andanzas en las huellas, soy pequeño
A veces me pregunto si podré vencer mi propio peso en el paso del tiempo
Y la nubes se convierten en interrogantes entres el piso y el universo
Mi nariz no inhala las respuestas, ni la belleza que destila el rebaño

Hay tantas vidas masticadas y una que otra caries en el ambiente
Ya no busco los rastros o señales de las cosas que están de mi lado
De las que me unen con nuestra rivalidad entre tanta gente
No se si eres un digno oponente o un simple imitador

sábado, 3 de diciembre de 2011

El ultimo mes del calendario

Mil veces puede encontrar el mapa en tu vientre
Dedicar mi tiempo y espacio a ser huellas y voz
Dame tu pequeña sonrisa, que aun duele quererte
Sobre todo cuando dejas pasos y rastro por los dos

Me abres los ojos y me cierras la cabeza con la boca
En especial cuando mutas y te conviertes en mi orilla
el océano, mi pesca, el alimento de esta mirada loca
te vuelves la textura extraña entre mi pellejo y el mar

mis fines y principios van adheridos a tus planes salados
al origami que se forma con tus pestañas y mis instintos
soy al fin y al cabo un soldado esperando el apagón infinito
al regreso de mi parte de Cain enamorado del arte guardado

aun me sobran las faltas de ortografía y el frio en la letra
el vacio entre mi nombre y apellido al borde de la escena
el estatus encerrado en un pequeño clic de abecedario
mientras voy derrapando el último mes del calendario.