lunes, 12 de marzo de 2012

Camino


Abrí los ojos y me mantuve ajeno a la velocidad,
al viento que deja el andar rápido de los autos,
ideas despistadas que traen los tramas de la edad,
con la vida a un aroma insondable a documentos;
volví a cerrarlos , sujetarme a lo que resta de seguridad.

Volveré a ser indeciso ante los ruidos de la calle,
rondando en los acierto de las manchas del tiempo,
todo porque la autopista no tiene olor a cardimuelle,
sino a un terror mojado humedeciendo el cuerpo,
fijando en nuestro camino cada detalle.

Si volviendo a casa
 mi corazón se vuelve más flexible,
una luz carnosa
y no tan  ilegible
mostrará que los regresos y las partidas son inextinguibles.

Eso compañero ha sido una elección elemental en mi vida
elegir mi camino para fjar los saludos y despedidas


 Dedicado a mi buen amigo Juan Javier Molina

1 comentario:

Francesita dijo...

awww no hay nada que se le compare a un buen amigo, ni nada que llegue a superarlo!!!

Saludos!!!