Abrí los ojos y me mantuve ajeno a la velocidad,
al viento que deja el andar rápido de los autos,
ideas despistadas que traen los tramas de la edad,
con la vida a un aroma insondable a documentos;
volví a cerrarlos , sujetarme a lo que resta de seguridad.
Volveré a ser indeciso ante los ruidos de la calle,
rondando en los acierto de las manchas del tiempo,
todo porque la autopista no tiene olor a cardimuelle,
sino a un terror mojado humedeciendo el cuerpo,
fijando en nuestro camino cada detalle.
Si volviendo a casa
mi corazón se vuelve más flexible,
una luz carnosa
y no tan ilegible
mostrará que los regresos y las partidas son inextinguibles.
Eso compañero ha sido una elección elemental en mi vida
elegir mi camino para fjar los saludos y despedidas
1 comentario:
awww no hay nada que se le compare a un buen amigo, ni nada que llegue a superarlo!!!
Saludos!!!
Publicar un comentario