he sentido mi ceguera con las manos de mi amada; por andar en el filo de la espalda de mi castillo de harapos vi un espejo sin mi reflejo.
Mi amiga soledad se revela contra mi y deja de acompañarme en mi iglesia sin dios me encierro entre muros de locura y ventanas de tristeza mi vida se asemeja a la muerte de algún papel en la letanía de la alegría, en la vida, en el nacimiento de la eternidad.
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