domingo, 11 de noviembre de 2012

Antes

Aprendí a perderte tantas veces y de tantas formas
que una vez más ya no puede matarme.
Antes si, antes el alma se me escapaba con tu cuerpo,
con tu calor, con la ausencia de tu olor en mi existencia.

Tu dolor caminando por las noches abrazando la almohada
 antes me desarmaba, era ese sonido crudo que sobra,
 rasgando mi cabello y vistiendo de cuero la soledad
como si no costará trabajo saber que hacías falta.

 Eso era antes, antes de que te volvieras inmortal
Antes de que mis fijaciones morales se hicieran psicópatas.
Antes de que el bien y el mal sean solo una prenda buscando
la desnudes de mi cuerpo lleno de culpas.

 Antes, todo era más limpio: lo correcto,
 era un camino simple, una guía concreta.
Hoy mi propia maldad se ve tan cercana,
el lado oscuro de lo que me sobra. El pecado.

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