Soneto de obsesiones

La locura es una posibilidad, un ligero matiz de esos que rodean al mundo
en la armonía de todo aquello que existe y algún momento ha existido ;
pocas cosas tan deliciosas como mi boca tocando el viento y flotando en el frio
 como mis pies sintiendo poco a poco los rasgos de mi miedo, de mis vacíos.

Cierro los ojos, y a veces mi mente es ajena; soy yo y en instantes soy otro
la verdad es que cada segundo borra el rastro de lo que he un momento ha sido
soy la arena en la playa, cambiando de forma y textura, soy nadie, soy todo.

Me quedan los temblores, las luces y las hambrunas.
Soy la obsesión en carne viva.
El escribe, yo me embriago
he manifestado antes que somos dos personas en una misma cabeza a veces
es necesario borrar sus líneas para entender mejor mis letras.

No buscamos entendimiento, ni aceptación ;
mi ego se alimenta de si mismo quizá la pretensión parezca innecesaria,
pero en mí es piel curtida;
Un pellejo cálido para un mundo hambriento de gente resignada al status quo.