Quiero aflojar
muchas cosas, deliberadamente ser completamente yo en un papel; ser la expresión impasible en un asiento en
la habitación para saborear a solas los matices de mi misantropía, de mi asco a
la felicidad ajena. No importa cuanto intente, cada etapa me muestra una incertidumbre esclavizada a la
memoria y al rencor de ver solo las manchas.
Quiero que por unos
instantes abandonéis vuestras
esperanzas; ver el mundo en toda su fatalidad, todo ese caos
escudriñando los rincones de lo perfecto, mordiendo la belleza. Porque después
de todo lo que es y será algún momento seremos nada.
Está es mi venganza
contra el pasado, el precio de mi esperanza; quiero que saboreéis esta sangre,
esta melodía en mi cabeza, estas letras en mis manos, este incomodidad en el
cuerpo. Y cuando el ultimo recoveco de lo que entendéis como bien y mal esté desnudado
por la curiosidad me regaléis una cómplice mirada. Quizá así estemos un poco
menos incompletos
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