miércoles, 15 de agosto de 2012

Literatura


A veces la literatura es sangre en la venas, dolor en las memorias;
una droga exquisita que me acerca al fuego de mi propio infierno
mentira tras mentira me acerco un paso a tu cicatriz de tinta y papel.

Cada letra colocada en su orden y su obligación, me ubica en mis líneas,
dando respuestas a mis leyes acomodadas a mi cruel envejecimiento
como si todo cayera por su propio peso al azar atado con un cordel.

Ese ritmo pausado y en ocasiones apresurado; causando caos y paz;
luz y oscuridad; formas que rebotan en mi cuando cierro los ojos,
ecos desnudándose en los bordes ordinarios de cualquier alarde.

La literatura a veces es mi cuerpo desgastado por la corrosión rapaz
que se hunde ligeramente en un tono suave del pensamiento,
esperando crear hoyos capaces de sostener  mis cruces y mis creces.

Decidí dejarte un mensaje oculto en el universo, con maquillaje.
Es mi arte estructurado en la fe de mi salvajismo que a veces te busca
Quizá no te sorprenda mi amor ni mi literatura.

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