lunes, 7 de mayo de 2012

Puedo (Soneto)


Puedo secarme y  verás que el tiempo en mi es una brisa;
hecha de sal y cemento, con grietas del tamaño del cielo;
un suave tic  que se aproxima  a la luz de alguna lectura
al coro incesante de millones de ideas desvestidas en mi encéfalo.

Puedo cansarme y dejar de rodar por tu vos y tu gravedad,
por las líneas que marcan mi peso sobre los camino de tu más allá
y de las ventanas que vieron pasar mis días dentro de tus noches;
para dejar de espiar y manosear los nidos de tu ambigüedad.

Puedo guiarte a mí, por medio de las  huellas destiladas,
por mi estructura ciega con sabor a entierros y alquitrán,
con color a piel desnuda hecha de barro y rasgos de soledad.

Puedo ser ideas, abecedarios, un nombre y un apellido,
tantear tus huesos con la piel desnuda y el ego barrido
saborear con la boca y el instinto cada espacio y posibilidad

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