Tus ojos perpetrando; siendo místicos en mi oscuridad,
obligándome a reconocer mi actitud y mi soledad,
fachada tras fachada; las personas solo ven sombras
moviéndose en la noche, ellos pretenden descansar.
Quisiera encontrar el equilibrio que nace de curar heridas,
ese que se forma de la ruptura entre la fuerza y el miedo
para ver si así el cielo toma nuevos matices de azul:
se que algún día las mentiras serán reveladas
En un horizonte hecha con tu melena y tu columna
a veces se pierde la lucidez de mis pupilas;
Neurosis cíclica pegada al roce sexista de tu cuerpo
en mi universo.
¿Sera mi causa, mi efecto, mi defecto y revelación:
esta forma tan absurda de volverme adicto al reflejo
del ello en mi superyó, en la represión de mi yo
como si la conciencia me diera alguna respuesta?
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