domingo, 10 de junio de 2012

Tu revolución


A veces el romanticismo se fuga, por espacios diminutos en cuestión de segundo desaparece a la velocidad que apareció; a veces las cosas tan solo pasan y es mejor no  buscar explicación.
A veces el infierno se ve tan placentero, ser un pecador es una bendición, la condena eterna a cambio del goce carnal y terrenal.
En esos momentos en el que la variabilidad de la existencia tiene una extensa gama de posibilidades, se puede decir que soy yo en mi totalidad, soy dueño de mi camino, el problema en ese momento es cuestión de decisiones.
Dentro de mi llevo tu revolución, esa sonrisa cuarteada a media luz; llega a mí la calma y me pierdo en los sonidos de los pequeños tacones, de la lluvia al contacto con el pavimento y esa fama especial que tiene el mundo en su continuo flujo, es como aprender a ser más sabio, esa es tu revolución la que ha dejado estragos de fe, miradas picaras al abrir los ojos al amanecer, el morder suave de mis labios maquinando alguna ciencia imperfecta, tal vez no lo entiendas como lo hago yo pero lo resumiré de forma muy simple. Mi mundo se alimenta de tu revolución.

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